Diáspora SJ: Belo Horizonte – Gonzalo Castro SJ

Desde Brasil, Gonzalo Castro SJ nos cuenta cómo han sido sus primeros meses en el país: los estudios, el trabajo apostólico y la cultura brasilera.

Con mucha alegría, les comparto cómo se teje la vida y la misión acá en Belo Horizonte. Durante estos cerca de cuatro meses, la principal constante ha sido la gracia de Dios, que me sostiene y me envía a seguirlo con fidelidad y alegría. Junto a esto, veo al menos otras dos constantes: los estudios y el aprendizaje de la lengua y cultura brasilera.

Los estudios comenzaron un par de días después de nuestro arribo a Brasil y no han parado desde entonces. Los hispanohablantes estudiamos lo esencial del portugués durante enero. En febrero tuvimos dos ramos de teología, con clases todos los días. En marzo comenzaron las clases de la FAJE, que tiene un sistema bien organizado: sólo en las mañanas, para concentrar los estudios en la tarde.

Hay dos situaciones que han sido providenciales en este tiempo: el Carnaval de febrero, que fueron cinco días sin clases y de inmersión en la cultura brasilera, y el reencuentro con Juanito, que se ha dado en clave de mucho cariño y complicidad. Va una foto de esos momentos para que vean a lo que me refiero.

Todo esto me ha dispuesto de forma sorprendente para gozar con admiración la experiencia de interprovincialidad. En mi generación somos 11 personas de nueve países diferentes. Somos tranquilos y con buena disposición, lo que ayuda a la confianza mutua. He podido cultivar amistades y mostrar iniciativas en la vida comunitaria desde la gratuidad. Mi apostolado consiste en apoyar las pastorales sociales de una parroquia nuestra que queda en las afueras de la ciudad.

Junto a los trabajos de coordinación creativa y formación respectivos, acompañaré más de cerca la Pastoral Carcelaria. Además, me han pedido acompañar una capilla que es más o menos nueva. Como pueden ver, hay mucho por hacer. En la foto aparecen Fátima y Tina, la coordinadora de las pastorales sociales y de la Pastoral Carcelaria.

Son las cosas más sencillas las que más se gozan, donde Cristo resucitado vive y va animando: en la oportunidad de conocer otra realidad política, pues de a poco voy intentando entender la complejidad actual de Brasil. En la música sertanejo, que es bastante popular y común, se escucha en todos lados. En las visitas a las otras tres casas del CIF, en el compartir con los juniores y filósofos en partidos de fútbol o almuerzos. Por eso, tal vez, me llamó tanto la atención esta frase que vi en mis ocho días de Ejercicios: «por obra do Espírito Santo».