Diáspora SJ: Innsbruck – Hernán Rojas SJ

Desde Innsbruck y Oxford, Hernán Rojas SJ nos relata novedades de su último tiempo en Europa: vacaciones, estudios de inglés y un viaje a Chile en el horizonte cercano.

Aquí se nota que los días se van acortando. El cambio al horario de invierno fue el fin de semana pasado; el sol se pone ahora antes de la cinco de la tarde (lo que es meramente referencial, porque entre las nubes y las montañas uno deja de ver el sol bastante antes). Eso significa que nos vamos acercando a la Navidad, uno de los días más cortos del año. La ciudad recibe muchos turistas y ya se empezó a colgar la decoración de Adviento (luces rojas y corazones – imagino que es la versión “secular”) y a armar el “Mercatino di Natale”, que atrae a muchos turistas, sobre todo italianos.

Fuera de una semana de descanso en Hamburgo y Berlín – con Bernhard Heindl, que vive en Hamburgo, y que guarda los mejores recuerdos de su Tercera Probación en Chile –, el verano lo pasé en Oxford, aprendiendo inglés[1]. Fue un tiempo intenso y provechoso para mejorar en el idioma. Estuve primero con el curso que ofrece la Provincia Británica para jesuitas (¡el grupo muy agradable!) y después, por mi cuenta, en otra escuela. Me doy cuenta que, nos guste o no, aquí se da por sentado que la gente sabe inglés y que se suele usar para conferencias o cuando vienen visitas. El tiempo en Oxford fue muy bueno, porque nos pudimos encontrar con Carlos Álvarez y Juan Diego Galaz, y hacer algo de comunidad en la diáspora. Además de comer bien y hacer un picnic (muy Oxfordian), pudimos compartir algo de los proyectos de investigación que estamos llevando a cabo o queremos trabajar. Juan Diego y la comunidad de Campion Hall fueron muy acogedores. Fue un buen tiempo para experimentar la amistad y la misión compartida en la Compañía.

En octubre empezó el nuevo año académico aquí. Los estudios avanzan, tengo la impresión de que más lento que rápido, pero al menos creo que avanzan. El proyecto de tesis va ganando forma (tiene una estructura, que hemos ido conversando con el profesor guía) y he estado trabajando en uno de los aspectos centrales. Vamos a ver qué dice el profe guía cuando lo lea…

En la parroquia universitaria se va constituyendo lentamente una comunidad. Nos alegra cuando vemos que estudiantes encuentran aquí un espacio de pertenencia, y un lugar para desplegar sus talentos (especialmente musicales).

En fin. Aprovecho ahora el tiempo para avanzar con el estudio, antes de salir de nuevo de Innsbruck: Para Navidad y Año nuevo voy a Chile por tres semanas, para coincidir con el matrimonio de mi hermano en enero. Van a ser dos años y ocho meses desde que me vine. Ojalá pueda ver a algunos, si es que los preparativos para la visita del Santo Padre dejan algo de tiempo.

[1] Aquí el “verano” también es meramente referencial: en Oxford fue todo maravilloso, salvo el clima.