DiásporaSJ: Roma – Luis Ramírez SJ
Estrenándose en estos quehaceres, Lucho Ramírez SJ nos regala su primer testimonio desde «la Città Eterna». Nos escribe de sus Ejercicios Espirituales, sus viajes con el padre Frédéric Fornos SJ como parte del trabajo en el MEJ y en la Red Mundial de Oración del Papa, y su compartir con los compañeros chilenos-romanos.
Me pidieron compartir un testimonio espontáneo de lo que ha sido mi tiempo en Roma. Les cuento que el 4 de septiembre son 19 años desde que fui ordenado sacerdote, y el 2 de diciembre cumplo mi segundo año colaborando en la Oficina Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa (AO) y el Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ).
Mi tiempo aquí ha sido una experiencia muy buena, grata, interesante y desafiante. En primer lugar, al poder participar en una obra que está presente en los cinco continentes y en un proceso de recreación. Entre los diferentes trabajos, menciono el hecho de colaborar en la elaboración de los nuevos estatutos. Ha sido una oportunidad para poder investigar y compartir en equipo momentos de diálogo y reflexiones, para llegar, finalmente, a un documento que ha sido presentado al Papa Francisco. Ahora estamos a la espera de su aprobación.
Integrarme en la vida cotidiana de la comunidad de la Curia General me ha sido fácil. Ésta tiene sus modos y tradiciones, como toda comunidad. Hay solo tres jesuitas italianos, por lo cual todos tratamos de ayudarnos para hacernos grata la vida, en especial en lo que se refiere al idioma y a las tradiciones culturales. Valoro la calidad humana y religiosa de la comunidad y de los colaboradores. Siempre existen tensiones en las relaciones humanas, pero es parte de la vida. Uno tiene la posibilidad de compartir con jesuitas y laicos -que vienen de diferentes Provincias- y conocer lo que hacen. Las veces que el Papa Francisco ha estado en la comunidad, ha sido una oportunidad para saludarlo y compartir con él.
Mi labor se centra principalmente en la Oficina en Roma, pero ha habido ocasiones en que he tenido que viajar junto con Frédéric a reuniones o encuentros dentro de Italia, como en otras latitudes. Un tema que he estado exponiendo en las reuniones es “La Espiritualidad del Autofinanciamiento”, en la cual presento a San Ignacio preocupado de este tema, para sustentar las obras y misiones. Me he llevado tremenda sorpresa al escuchar de jesuitas y laicos que nunca habían sabido o escuchado de la preocupación de San Ignacio sobre recaudar fondos.
Con los jesuitas chilenos nos vemos en ciertas oportunidades, pues cada uno tiene sus labores y grupos de amistades. José Fco. Yuraszeck se preocupaba de reunirnos, pero finalizó sus estudios y dejó Roma. Con Antonio D. vivimos en la misma comunidad, por lo cual nos encontramos frecuentemente.
Ha sido un tiempo para poder rezar y leer; también para participar en las misas de algunas fiestas de la Compañía, como la de la Iglesia en la Basílica de San Pedro. El haber sido testigo de cómo se desarrolló la CG 36 me ha sido muy valioso, especialmente al poder compartir con algunos de los que participaron en ella. Como labor pastoral estoy dando un retiro de medio día en italiano, un domingo al mes (de noviembre a mayo), y he dado 8 días de EE al equipo de gobierno de una congregación religiosa, incluyendo el acompañamiento espiritual a algunos laicos y religiosas. Este año, mis 8 días de EE, los hice, junto con Antonio, en el “Monastero di Bose”, en Magnano. Lo integra una comunidad de 65 personas aproximadamente, entre monjes, monjas y algunos miembros de varias iglesias cristianas (con adultos jóvenes de entre 25 a 40 años). Si bien hacía bastante calor, fue un espacio que me ayudó para orar por la naturaleza y el ambiente acogedor, incluyendo la comida, que era sencilla pero bien preparada.
Al iniciar septiembre, comienzo el año con esperanza por las actividades y desafíos propios de la misión y la vida comunitaria. Un aspecto a destacar es el hecho de que el P. General ha instaurado que, cada cierto tiempo, nos informa a todos los que integramos la Curia General sobre sus temas de trabajo: es un modo de hacernos partícipes y que ha generado una muy buena acogida.
Desde Roma, mi saludo y oración para ustedes. ¡Felices Fiestas Patrias!