Entrevista a Óscar Ávila Sj sobre el voto de la Obediencia

“En el noviciado entendí que ser obediente, significa también el poder representar, saber comunicar y luego hacer ”

El equipo de Vocaciones Jesuitas habló con el Padre Óscar Ávila Sj, acerca del voto de la Obediencia. Este Jesuita lleva veintiún años de sacerdocio y actualmente se encuentra en Argentina acompañando a los estudiantes de Filosofía de las provincias de ARU, Paraguay y Chile, próximo a su nueva Misión evangelizadora.

Vocaciones Jesuitas: ¿Cómo has vivido el voto de la obediencia en la vida religiosa?

Oscar SJ: Mira, cuando hablamos de obediencia, a mí no me gusta mucho hablar de la obediencia, porque creo que para mí ha sido lo más complejo de vivir en términos prácticos. Pero por otro lado, también he ido aprendiendo a vivir la obediencia.  El vivir el voto de obediencia no me significa tener que hacer las cosas por obligación, muy por el contrario, para mí, el vivir, el voto de obediencia me ha implicado el aprender a conocerme a mí mismo, a conocer cuáles son mis limitaciones, y también me ha ayudado a poner lo que más tengo a disposición del otro.

Una de las cosas que entendí desde el noviciado en torno a la obediencia, fue el hecho de que ser obediente significa también el poder representar, el poder decir, el poder comunicar y poder hacer. 

Alguna vez un muy buen amigo mío, jesuita me dijo: “el provincial no tiene una bola de cristal. Y como no tiene una bola de cristal, él no tiene por qué saber cuáles son tus deseos, cuáles son tus gustos”.  Y en ese contexto, desde ahí en adelante, desde que entré a la compañía, siempre he manifestado cuáles son mis deseos como primera intención, y con mucha claridad con los superiores que me han tocado. 

No siempre me ha ido bien (risas) pero bueno, he ido aprendiendo a pedir y he ido aprendiendo a comunicarme, a decir las cosas como yo lo veo, como lo vivo y como yo lo siento, como yo lo creo, como yo lo estoy haciendo y voy dejándome mover por las mociones del espíritu que hay en medio.  

VJ: ¿Para que exista la obediencia se necesita también una cuota de comunicación? ¿Cómo se podría explicar

Oscar Sj: La transparencia no significa que uno ande así como libre por la vida, digamos, la transparencia para mí significa que el superior, en este caso, sepa al menos cuales son tus intenciones, o sea, que sepa por dónde van los tiros, no para dónde. Cuáles son los movimientos y que en ese contexto pueda asumir su rol, como superior y pueda bien enviar. Porque ¡ojo!  Cuando a uno lo envían a cualquier misión, es importante que uno vaya bien dispuesto a la misión que se le está encomendando, para mí, al menos, el diálogo ha sido fundamental. Te digo, cuando no me resulta algo que pido, nunca digo: ¡ay no, no me dieron permiso ¡Mi superior no quiso! Hago cuenta como que nunca fue, antes bien, gracias al diálogo, ha sucedido que muchas cosas han coincidido: aquello que me gusta y el lugar donde he sido enviado.

VJ:  Si yo te preguntara, ¿Para ti la obediencia es una opción o es una decisión de vida? ¿Cómo podrías definirlo?

Óscar Sj: Mira claramente para mí, la vida religiosa es mi opción en la vida. La obediencia es parte de esta opción, pero para mí ha significado aprender a vivir un estilo de vida distinto, como dicen los argentinos: “darle una vuelta de rosca que ayude a hacer la vida al modo como Jesús quiere que la haga yo”. La invitación más de fondo es hacer la vida al estilo de Jesús y vivir la obediencia de Jesús al Padre, lo que lo llevó a también a la cruz, y para mí vivir en esa dinámica la obediencia, no la hace más simple, ni la hace más fácil, ni la hace más llevadera, la hace más vivencial. Y para mí, lo importante es aprender a vivir en un ambiente de obediencia constante.

VJ: Para cerrar este tema de la obediencia, si tuviésemos que explicárselo a un laico que piensa que ser ‘obediente’ significa sumisión ¿Cómo les podríamos explicar a ellos el trasfondo de este voto?

Oscar Sj: La obediencia la he vivido desde la libertad, desde la conciencia de mí mismo, de mis propios límites, de mis propias posibilidades, y teniendo esa conciencia de mi límite y de mis posibilidades, ponerme a disposición de la misión. La obediencia se vive, se explica, se entiende desde la misión a la cual estoy llamado y desde el deseo profundo de querer vivir este estilo de vida, de este modo y en este contexto puntual.

Entonces no lo veo ni siquiera como opción, sino como un estilo de vida. Creo que aprender a vivir la obediencia me ayuda a ser mejor cristiano y a cualquiera. Yo creo que un laico también tiene su cuota de obediencia, si opta por el matrimonio o incluso si se opta por la vida de soltero, también tendrá que obedecer a algo para poder vivir y poder hacer la vida más plena, ¿No crees tu?

VJ : Gracias Oscar por tus respuestas y tiempo para esta entrevista