Diáspora SJ: Alicante – José Francisco Yuraszeck SJ

En esta Diáspora SJ, José Francisco Yuraszeck SJ nos escribe desde Alicante y nos cuenta sus últimas vivencias antes de volver a Chile.


Les escribo desde Alicante, en la Comunidad Valenciana, en lo que espero sea mi último reporte para ‘Diáspora SJ’, al menos por un buen tiempo. En poco menos de tres semanas estaré de regreso en Chile, tras poco más de tres años fuera. Estoy en los estertores de la Tercera Probación. He venido a esta ciudad a orillas del Mediterráneo para el mes de ministerios: sirviendo como cuidador en el Centro San Rafael para Personas con Disca- pacidad (www.csanrafael.org) y viviendo en la Comunidad San Francisco Javier – Nazaret.

Además del trabajo cotidiano en el Centro -que me ha recordado mucho el mes de hospital del noviciado en el Pequeño Cottolengo de Cerrillos- participé la semana pasada en una corrida solidaria acompañando como ‘lazarillo’ a algunos de los usuarios del Centro (de ahí la foto). También he dado una mano en el colegio Inmaculada, escuchando confesiones, celebrando la misa, o pasando por los cursos contando algo de mi vocación (celebra- ron hace poco la semana ignaciana, pues en julio, cuando celebramos a San Ignacio, están de vacaciones). Al mismo tiempo he ido disponiendo el corazón y algunas cosas prácticas para asumir la nueva misión, principal- mente en el Hogar de Cristo, aunque también en el sector social, tanto de la CPAL como de la provincia.

Antes de venir acá estuvimos en Salamanca en distintos talleres y cur- sos, relacionados con nuestros votos, los Ejercicios Espirituales, y tam- bién la historia reciente de la SJ a través de colaboradores estrechos de los últimos tres generales. Ha sido ocasión de profundizar en aspectos centrales de nuestra espiritualidad, y también de los desafíos que implica nuestra misión en el mundo de hoy. Con los demás tercerones aprovechamos algunos fines de semana para hacer algunos paseos a las nevadas sierras cercanas a Salamanca, además de unos días de visita a Portugal, especialmente a nuestro noviciado en Cernache, algunos lugares de Coimbra (el famoso antiguo colegio de la SJ) y el Santuario de Fátima, además de algunas preciosas playas (especialmente Nazaré, de ahí la foto).

Mañana tomo el tren a Salamanca, y tendremos el gozoso reencuentro con los tercerones y nuestro instructor. El Triduo Pascual lo pasaré dando una mano en Valladolid. La Pascua nos volverá a reunir, esta vez incluyendo al provincial de España para la evaluación conclusiva, que será coronada por un retiro de tres días en Villagarcía, luego ya viene la dispersión y el regreso a las provincias. Estoy concluyendo un período intenso y fecundo, con el corazón agradecido y lleno de rostros y experiencias muy enriquecedoras, que espero poder atesorar para que nutran el tiempo que viene.

¡Nos vemos dentro de poco con los que están en Chile!