DiásporaSJ: Goundi – Polo Labrín SJ

Cuando las cosas son buenas, llegan para quedarse. Por eso les traemos una tercera entrega de DiásporaSJ, en donde Leopoldo «Polo» Labrín SJ nos cuenta su experiencia en un lugar del que seguramente nunca te habían hablado.

 

La nada misma es de color ocre*, completamente plana, y se encuentra en un lugar ignoto del Chad. Se llama Biobé. Aquí el padre Gherardi creó, hace un par de años, un hospital (el tercero). Al sitio sólo se accede seis meses por año por tierra; el resto del tiempo la llanura se inunda y hace imposible el paso de un auto: el Lago Iro desborda durante las lluvias e inunda todo el sector.

 

Youssouf, pescador con piragua propia, se aventuró entre los cañizales de la rivera del río para esconder la piragua. Ritual repetido cada tarde. Una piragua es un bien caro, y dejarla a descubierto durante la noche expone a su propietario a perderla. Inadvertidamente entró en el lugar donde una hembra hipopótamo estaba criando. El simpático animal que todos hemos visto en el Zoo es temible y temido por los pescadores. Cada año hay accidentes graves por ataque de hipopótamo. Nuestro amigo resultó con una pierna completamente destrozada por un mordisco. Sus hijos le llevaron al hospital de Biobe en moto, atado con cuerdas al chofer de la moto. 80 kilómetros. Tourita, el médico chadiano y Francesco, un cirujano italiano de paso, lo curaron en un par de días. Como el caso pintaba mal, decidieron trasladarlo a Goundi. El viaje es de casi 400 kms. por pistas de tierra (200) y asfalto (200). Lo acomodaron en una Toyota, en medio de otros bultos, carneros, pescado seco, y pasajeros. Viaje de 24 horas. Llegó a Goundi en shock séptico. Una gangrena extendida por una gran parte de la pierna y muy anémico.

 

Lo entramos al quirófano una vez al día. Fue necesario transfundir sangre tres veces. Personas que no le conocían le dieron sangre. El gesto parece normal en otro contexto. En el Chad encontrar dadores es complicado y en general sólo entre parientes hay donaciones.

 

Youssouf falleció al quinto día. Fue imposible controlar la hemolisis consecuencia de la infección. El imán movilizó a su gente y fue enterrado como la tradición lo exige. Sus hijos partieron tristes y agradecidos. Conscientes de ser privilegiados al poder ofrecer a su padre todo lo posible ante el problema. Pocos pueden permitirse ir al hospital y hacerse cargo de los gastos de un transporte.

 

Mientras escribo esto, en las informaciones se debate sobre los desiertos médicos en Europa… ¡Tienen que conducir 30 kms. para llegar a la consulta médica!

 

* Un conocido jesuita chileno afirmó, hace algunos años, que la nada es verde, mientras comía el guisado de calabacines que se servía en casa ese mediodía.

 

(DiásporaSJ Nro. 40 – 13 de abril de 2017)