DiásporaSJ: Chicago – José Francisco Yuraszeck SJ

José Francisco Yuraszeck SJ nos cuenta lo que han sido sus días antes de partir a la Tercera Probación en Salamanca: viajes por Alemania y Estados Unidos entre encuentros universitarios, organizaciones comunitarias y compañeros jesuitas. Desde Chicago nos cuenta además cómo se han vivido los temores de las políticas sobre inmigrantes.

Escribo estas líneas desde Chicago, a pocos días de partir a Salamanca para comenzar la Tercera Probación. Como sabrán, tras concluir la Licencia en Teología a fines de junio en Roma, emprendí un viaje por distintas ciudades de Alemania, en son de conocer algunas obras y lugares, y actualizar contactos con agencias de cooperación (Adveniat, Jesuiten Mission). La experiencia que más me marcó ocurrió en Essen, donde los compañeros alemanes acaban de abrir una casa para vivir junto con refugiados. Fueron muy acogedores conmigo los 4 días que pasé con ellos. Junto al trabajo en grandes obras y buscando articular redes, este tipo de experiencia me resulta muy inspiradora (la describo acá).

Después de Alemania volé a Estados Unidos. Los primeros días estuve en Boston – con los compañeritos que andaban por ahí – y luego en Washington DC. Pude visitar algunas obras y lugares y tuve una muy buena conversa con Gap Lobiondo SJ acerca de Chile y la provincia. Me encontré en Georgetown con David Hollenbach SJ, cuyos escritos había trabajado en la tesis sobre el Bien Común y la Ciudad.

Luego participé en una cumbre de la Ignatian Solidarity Network, en Cleveland. Se juntaron universitarios de todo EE.UU. para tratar el tema de la inmigración, tanto al interior de sus propios campus como a nivel de la ciudad y el país. Ha sido una buena ocasión de abrirme a la diversidad que existe entre estados y universidades, y de aprender algunas herramientas de análisis, organización y acción social.

Sin duda, lo más contundente, por lo más extenso, ha sido el tiempo en Chicago. Aunque pude compartir con los compañeros SJs en la fiesta de San Ignacio y en un paseo en bote al que me invitaron, he estado ante todo viviendo en “La Villita”, en la parroquia Santa Inés de Bohemia: ¡es como estar en México! El propósito ha sido el de conocer distintos centros y obras sociales, en una metrópoli que es a la vez fascinante y compleja, segregada y violenta. Desde acá me arranqué unos días a Ann Arbor para encontrarme con Cristian Contreras.

Aquí he podido sentir de primera mano los temores que han despertado las políticas sobre inmigrantes, además de la lucha cotidiana por controlar el territorio de parte de distintas pandillas. Es una ciudad en que hay mucha violencia: Chicago tiene la más alta tasa de homicidios de todo Estados Unidos. Entre medio de todo ello me he asomado a la labor de la Iglesia y de distintas organizaciones -algunas más de base y énfasis en lo local, otras de alcance estatal o nacional-.

Parto a la Tercera Probación con el corazón contento, lleno de nombres y conmovido tras estos meses. He ampliado horizontes, y me he nutrido de la fe profunda y sencilla de muchos hombres y mujeres que viven lejos de la tierra donde nacieron y muchas veces no tienen más cuidado que el que sienten que les ofrece el Padre Dios y la Virgen de Guadalupe. He aprendido también de distintos modos en que las organizaciones comunitarias o eclesiales reaccionan ante las situaciones injustas o de violencia en los barrios, y cómo buscan incidir a todo nivel para intentar construir comunidad, transformar la cultura, las políticas y la vida de las personas. Ya veremos qué de todo esto se puede replicar para aportar a lo que queremos seguir haciendo en Chile.

(Pueden ver más fotos de los encuentros y experiencias de este último tiempo en https://www.instagram.com/jfyksj/)